“Ivonne a la antigua”. 1956.

Serigrafía sobre papel de alto gramaje. Medidas: 53 x 46,8 cm. Firmada, fechada y numerada (71/100) por el autor, en lápiz grafito.

Temprana obra de genial creador mendocino que nos retrotrae a dos hitos en su historia de vida y de artista. Por un lado, se trata de un retrato de su esposa Ivonne Fauverty. La joven tenía tenía en sociedad la galería Antígona, y allí es donde se conocieron en 1955. A los meses ya estaban casados. Por otro lado, observamos su vestimenta renacentista o medieval. La visitación histórica es una constante en la producción de Alonso. Precisamente, otro de los retratos vestidos a la antigua, uno de Julio Martínez Howard con la armadura del Quijote, fue el que Fauverty tomó del taller de Alonso de la calle Rivadavia y presentó al concurso para ilustrar el Don Quijote, certamen que ganó.

Carlos Alonso (Tunuyán, Mendoza, 1929), pintor, dibujante y grabador, a los catorce años ingresó a la Academia Nacional de Bellas Artes de la ciudad de Mendoza. Tuvo como maestros a Sergio Sergi, Lorenzo Domínguez, Francisco Bernareggi y Ramón Gómez Cornet. Recibió su primer premio en el Salón de Estudiantes de 1947 y en 1953 expuso en la Galería Viau, en Buenos Aires, lo que le proveyó de los medios económicos para viajar, un año después, a Europa, donde expuso en París y Madrid. En 1951 ganó el primer premio del Salón de Pintura de San Rafael (Mendoza), el Salón del Norte (Santiago del Estero) y el de dibujo en el Salón del Norte (Tucumán). Es un prolífico ilustrador de libros; entre otros títulos, se destacan El matadero, Romancero criollo, Antología de Juan, la Divina Comedia, El juguete rabioso, Irene, Lección de anatomía, y Mano a mano. En 1957 fue ganador del concurso convocado por la editorial Emecé para ilustrar la segunda parte del Don Quijote de la Mancha y el Martín Fierro (1959).