Por Roberto Vega Andersen
Esta vez la idea pasó por esperar el resultado de las elecciones nacionales en Uruguay para dejarles algunas pocas reflexiones sobre este país hermano que ha cobijado nuestra iniciativa de organizar remates en su capital junto a Zorrilla Subastas.
Con los números a la vista y el pronóstico de una segunda vuelta «cabeza a cabeza» entre los candidatos del Frente Amplio y de la coalición oficialista, debo aclarar que no soy un analista político - apenas con una carrera universitaria frustrada en esa disciplina, las Ciencias Políticas -, sino un pequeño contribuyente que tiene allí registrada una miniempresa, y que en los últimos años intensificó su accionar para llevar adelante el proyecto de subastas en ambas orillas del Plata.
El primer comentario, inevitable, alude a la cultura cívica de esta nación, con una campaña electoral sin odios, sin voces destempladas... Siempre recuerdo las visitas a los colegas libreros montevideanos; uno de ellos, en el tramo final de su sitio mágico tenía una mesa ratona, cuatro sillones y la cafetera lista para recibir amigos, parroquianos, todos grandes lectores. Siempre me invitaba a esas tertulias circunstanciales, en una ocasión allí estaba el presidente de la Nación y dos exmandatarios hablando de libros, de historia, de literatura, de arte... Y con el argentino incorporado a la rueda, el temario se amplió y para mí, el tiempo se detuvo. ¡Inolvidable!
Lo comprenderán, mi experiencia se ciñe más al campo cultural, y de ello les quiero hablar con otra simple anécdota: en las horas previas al último remate en Montevideo se nos ocurrió realizar una visita guiada a la exhibición e invitamos a funcionarios nacionales e internacionales «en plena lucha» con sus agendas. No voy a hacer nombres, pero nos dieron el honor de acompañarnos destacadas autoridades estatales, intergubernamentales, académicos, y junto a ellos, coleccionistas e inclusive, un librero anticuario. Algunos no se conocían entre sí, pero el patrimonio cultural los reunía, fue hermoso. Y al día siguiente, el Estado adquirió varios lotes rematados aplicando la preferencia que le otorga el artículo 16 de la Ley 14.040.
Claro que hay mucho por hacer en Uruguay, lo dice su gente. Pero cuánto camino tienen recorrido... Dejo para el final algunos datos que, como argentino, me llevan al asombro: su índice de pobreza es del 9,1% de la población, el 0,3% de los hogares están bajo el nivel de indigencia, y la inflación interanual es del 5,32%
Ahora sí, los invito a recorrer el nuevo número, lo editamos pensando en ustedes. Si lo disfrutan, están invitados a recomendarnos. ¡Queremos ser muchos más!