Por Roberto Vega Andersen
En Argentina, estos últimos treinta días están pletóricos de noticias deportivas con el triunfo de la selección nacional de fútbol en el Mundial de Qatar, un acontecimiento que nos instaló en las primeras planas del orbe. No vamos a analizar las dimensiones épicas de esta victoria sobre el ex campeón, la escuadra francesa, ni pretendemos hacer un estudio sociológico sobre la conducta de nuestra población frente a tamaño logro, ni tampoco medir el desplante de los protagonistas frente al cerco tendido por las autoridades nacionales que buscaron capitalizar su melodía… Sólo pretendemos aplaudir la conquista futbolera que bañó de alegría a una sociedad ávida de buenas noticias y fue el plantel conducido por Scaloni y Messi -desde fuera y dentro de la cancha- el que cumplió tal proeza. A ellos, todo nuestro agradecimiento; quedaron grabados en nuestros corazones. Pero ya transitamos el día después y en estas horas, los problemas que aquejan al país y al mundo siguen su curso, nos referimos a las hambrunas, guerras, desplazamientos forzados de las poblaciones, ejecuciones por razones religiosas, crisis climática y un variopinto etcétera.
Desde Hilario nos queda manifestar el horror que provoca la indiferencia de los poderes políticos y económicos frente a estas hecatombes. Ese silencio y apatía manifiesta complicidad, muchas veces originada en el deseo de no ofender a un socio, o a un potencial socio, además de expresar la incapacidad y bajos instintos de los líderes internacionales, incluyendo en este juicio a nuestras dirigencias.
En la última entrega del año, próximos a disfrutar del estío, queremos hablarles de cultura, arte e historia a través de las voces expertas que le dan carácter y personalidad a esta publicación. Irina Podgorny, Sonia Decker, Anabella Laura Montelleone, Guillermo Palombo y Abel Alexander robustecen con sus conocimientos y opiniones esta pequeña botella lanzada al mar con sus mensajes.
Junto a ellos les acercamos nuestros más altos deseos y que en estos días de Paz y reflexión interna encontremos las razones más profundas para disfrutar de la Vida.