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El arte paraguayo de luto por Marcos Ortiz, artista indígena.

Los pecaríes en el bosque. Fotografía: Gentileza sdcelarbritishmuseum.org



En las voces de Ticio Escobar, y de Verena y Ursula Regehr.

Cada pérdida de un artista es un dolor que trasciende, y más aún cuando se trata de un artista indígena. Marcos Ortiz, nacido en 1952, pertenecía al pueblo nivaclé y como tal, construyó su mundo en torno a la talla de palo santo y desde hace años, al dibujo, que vendía en su propia comunidad cuando lo visitaban, o en exposiciones donde alcanzó el interés de curadores y coleccionistas.


Con su partida en abril pasado, el Centro de Artes Visuales / Museo del Barro, de Asunción, expresó su sentir en la voz de Ticio Escobar, su director: “Marcos pertenecía a un colectivo de dibujantes que, desde los primeros años de este siglo renovaron el concepto del arte indígena en el Paraguay y, yo diría, del dibujo en general. Sus obras, colectadas por Verena Regehr en el contexto de un proyecto de promoción de la cultura indígena a partir de sus valores estéticos, conforman un corpus consistente que crece constantemente con nuevas incorporaciones y enfoques formales y expresivos.”


La mirada del crítico de arte y gestor cultural, Ticio Escobar, nos permite apreciar las cualidades y singularidades de su obra. “Inscripto en ese colectivo desde 2013, el dibujo de Marcos Ortiz se desarrolla a partir de un refinado manejo de la figuración, diferente al de la representación occidental. Sus imágenes traspasan con libertad las fronteras entre la realidad y su representación, lo gráfico y lo plástico, lo estilizado y lo realista, empleando con sorprendente soltura técnicas y estilos formales desarrollados más allá de las categorías convencionales del dibujo.”


“La gran preocupación de Marcos Ortiz, el vínculo entre el sujeto humano y su entorno natural, así como los riesgos del medioambiente, levantan en blanco y negro delicados y, a la vez, intensos mundos provistos de una luminosidad propia que rebasa el ámbito del dibujo convencional y sus oposiciones entre la forma y el fondo.”


“Su partida constituye una pérdida y un motivo de luto para el arte de nuestro país.” -sostuvo con dolor y emoción, Ticio Escobar.


La vida en Yiclôcat


Cursó la escuela elemental hasta sexto grado y la necesidad de ganarse la vida lo obligó a recorrer distintos lugares en la búsqueda de trabajo, escribiendo el primer tramo de su historia personal como un calco de la transitada por tantos aborígenes. Instalado en Yiclôcat, un barrio levantado en las proximidades de la aldea menonita Sandhorst de la colonia Neuland, Marcos Ortiz aprendió primero a tallar la madera del palo santo y con los años derivó su mirada sobre el monte y sus criaturas, los pecaríes en especial, hacia el dibujo, alcanzando una singular personalidad artística. “Otros se van para cazarlo -aseguraba- yo me voy sólo para mirar. Observo a los pecaríes y después de un tiempo tengo su imagen en mi mente”.


En una reivindicación de su libertad, afirmaba: “A le gente le gustan mis dibujos. Cuando vienen los turistas compran los dibujos más hermosos. Dibujar es mi trabajo, me da dinero. Si no vendo dibujos, no tengo qué comer. No trabajo para un patrón menonita, solo dibujo. Es un trabajo que puedo hacer en casa”. (1)


De luto por Marcos Ortiz.


En su despedida, las antropólogas Verena y Ursula Regehr, creadoras del colectivo Artes vivas -a cuyo grupo se había incorporado Ortiz en 2013-, trazaron una semblanza del artista. (2)


Lo describieron ocupado en sus dibujos del pecarí -el avoctsej y el vojo- y también del tjats’i (zorrino). Los solía representar en el monte, buscando comida. “Ha creado variaciones sorprendentes de estos motivos. El trazo de su línea era finísimo y resultó en representaciones filigranas con detalles muy hermosos. También con el éxito y la creciente demanda de sus dibujos siempre siguió dibujando con calma y dedicación. Como expresó, su anhelo era hacerlo bien. La lucidez, precisión y fineza de sus dibujos muestran que lo alcanzó.”


Su  obra fue exhibida en el Centro Cultural La Moneda, Santiago de Chile, en el marco de la Bienal Internacional del Arte Contemporáneo (BIENALSUR). Fotografía: CC La Moneda, Chile.



Marcos Ortiz había “participado en varias exposiciones y publicaciones, entre ellas «Bosques vivos», Bienal Sur y Centro Cultural La Moneda, Santiago de Chile (2022); «Árboles», Fondation Cartier pour l’art contemporain, Paris (2019); «Reconfiguraciones: vida chaqueña en transición», Museo del Barro, Asunción (2018).”


“Ahora, inesperadamente fue arrancado de la vida en medio de su trabajo artístico. Y la realización de uno de sus sueños, la construcción de una casa, quedó inacabado.”


“Como miembro del colectivo y como amigo nos va a faltar mucho.” -se lamentaron. “Le conocimos como una persona muy tranquila, sincera, amable y contenta. Sus dibujos quedan como testimonios de la belleza de su pensamiento y su forma de expresión. Su presencia queda en nuestros corazones y siempre le vamos a recordar.”


Notas:

1. En Internet:

https://www.sdcelarbritishmuseum.org/blog-es/declaracion-artistica-colectivo-indigena-arte-vivo/?lang=es

2. Agradecemos a Ticio Escobar el texto de despedida de Verena y Ursula Regehr, que editamos en sus tramos centrales.



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